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Pienso que...hay batallas que no puedo ganar,peleas en las que debo retirarme. Tengo el orgullo de un guerrero en el cuerpo de un débil hechicero.


No puedo atacar de frente tanto como me gustaría,la armadura que me protege no esta hecha de placas,si no de telas que se desgarran con el más mínimo roce.

Mi espada es un conjuro que se deshace antes de que termine de formular la última palabra, no surte efecto. No tengo escudo que me protega ya que no puedo alzarlo, tengo un libro ajado donde anoté todas mis estrategias en vez de escribir mis hechizos para recordarlos.



Moriría por tener otra vida y ser un fuerte guerrero al que no le temblase la mano al bajar la espada, al que no le importasen las consecuencias de su batalla, el herir a los demás sin miedo a las consecuencias.



Hay veces que me gustaría ser una persona egoísta, impasible, estar vacía de sentimientos para poder soportar los obstáculos mejor, a la que admiren por ir hacia delante con la cabeza bien alta por sus victorias

Pero me es imposible...siempre,siempre me voy a poner hasta en el pellejo de mi peor enemigo, le miraré y le diré: no, no te puedo hacer esto. Aunque tú me desees el peor de los males yo no lo haré.

Le perdonaría la vida sin pensarlo dos veces, por que no soy el guerrero que anhelo...